Basado en la decoración zen, que transmite paz, serenidad y armonía, básico y simple, sus principios son:
- Dejar sólo los elementos esenciales.
- Elegir colores neutros.
- Calidad antes que cantidad.
- Pocos muebles y todavía menos objetos decorativos, buscar la funcionalidad de las piezas.
- Las texturas como los tejidos aportan calidez a los ambientes minimalistas.
- Espacios abiertos.
Conclusión: un ambiente minimalista no tiene que ser aburrido, frío y soso, todo lo contrario, un ambiente minimalista puede ser sobrio, elegante y cálido si elegimos las piezas y los objetos adecuados.
Fotos: Pinterest, Lionel Henriod, Nicolas Schuiybroek, Fantasticfrank, Axel Vervoordt.
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