Sin miedo al color...

 Las casas con paredes en colores neutros son siempre una apuesta segura, pero, por qué no transgredir esta máxima? Un ambiente con sus paredes en color le agrega sofisticación a la casa.

Lo más frecuente es que sea el recibidor, el comedor o la biblioteca el lugar donde nos animamos a poner color, una pared del salón o del dormitorio que contraste con el resto, y está bien porque siempre son opciones sin riesgo. Pero si sabemos manejar la paleta de colores y jugar con la luz  podemos lograr ambientes cálidos y elegantes.

No hay un color especial para cada ambiente pero si es cierto que los colores más suaves transmiten una sensación de calma y entonces serán adecuados para el dormitorio, el azul dicen que ayuda a la reflexión, entonces quedará bien en la biblioteca o en la oficina de la casa, los ocres y naranjas quedan óptimos en el comedor, estimula a la charla o el rojo que siempre hará del comedor un lugar chic.

Sólo se trata de animarse porque el color tiene que ver con las emociones y las sensaciones y no hay mejor lugar para estas experiencias que la propia casa...

Fotos: Ed Peterson, Acero, Elle deco, CasaVogue, Google images