lunes, 1 de mayo de 2017

Érase una vez una vieja fábrica de cemento...

El arquitecto Ricardo Bofill ha convertido este símbolo de la industrialización catalana en su casa-estudio-taller; silos, chimeneas y túneles en su más pura brutalidad han sido transformados y pulidos en casi una obra de arte:
























Créditos: Ricardo Bofill, Zsa Zsa Bellagio, Bored Panda

1 comentario:

  1. Me encantó esta opción, que bien arreglado cualquier lugar es un palacio. Saludos, Angélica.

    ResponderEliminar